chiquilín de bachín

—El mundo es la suma del pasado y de lo que se desprendió de nosotros— Novalis

viernes, junio 15, 2007

Sobre la sordidez del Turno Noche

El lunes empecé a trabajar en un hotel cuatro estrellas de diseño, súper cheto-cool-guai-fashion. Soy, después de cuatro intensos veranos de intentos fallidos, recepcionista, a pesar de mi ignorancia supina de las lenguas francesas y alemanas. Hago turno tarde o noche, dependiendo de quién tengo que cubrir en sus vacaciones. Esta semana fui variando así aprendía los gajes del oficio en ambos. Pero, sin dudas, el Turno Noche es todo un mundo paralelo. Entre las ya innumerables anécdotas, rescato:


  1. El lunes, por primera vez en mi vida, llevé puesta una corbata. No sabía hacerme el nudo. Mi papá me lo dejó hecho y todavía está intacta e inalterable en el placard, esperando ser usada de nuevo.

  2. El martes, por primera vez en mi vida, vi un billete de quinientos (500) € (euros, sí). Son de color violeta. O lila. Como más les guste.

  3. El miércoles, un periodista, al parecer astronómicamente célebre en Brasil, pidió una habitación de suite con jacuzzi cuyos metros cuadrados superan los del living de mi casa. Al oírme contestarle en portugués do Brasiu —evidenchimenchi, o mais grandi do mundu—, de forma inmediata, introdujo un billete de diez (10) € (euros, también), en mi inofensivo bolsillo.

  4. El jueves, por primera vez en mi vida, me piropearon en la calle, al salir del hotel. Era un gay —mi trabajo está en la zona gay de un barrio *re* cheto de Barcelona—. Era de madrugada. El individuo, indudablemente, había bebido. Eso no hace que su acalorado elogio de «Ay, que no tengo yo una cama pa ese morenaso con corbata que sino le hacía un tornado con la lengua» sea menos válido. Aún no sé qué es estrictamente un «tornado»; si alguien con conocimientos de jerga «de ambiente» en Barcelona lo sabe, por favor, me gustaría que lo informe. Como siempre sospeché, no es la carencia de belleza, sex appeal, porte y elegancia la causa por la cual las chicas nunca me gritaron piropos en la calle, sino porque, como no dudaría en afirmar mi madre entre sus libros de Freud y Lacan, las chicas, a diferencia de los homosexuales, no canalizan su sentimiento sexual verbalmente porque están reprimidas y padecen neurosis histérica.
  5. El viernes, dos, esta vez sí, chicas, inglesas, que hubieran dado un número excesivamente estrafalario en un control de alcoholemia y cocaína en glóbulos rojos, me preguntaron a las cuatro de la mañana si podía subir a arreglar la televisión de su habitación, mirándome con unos ojos quizá un tanto bizarros, mientras sacaban la lengua y me ofrecían un billete de veinte (20) p. (libras, esta vez), que extraían del escote de su seno derecho (sí, seno). Creo que nadie podría cuestionar el hecho de que denegué la petición terminante y tajantemente; mi férrea moral de ninguna manera dejaría la recepción desierta y acéfala a esas altas horas de la (sórdida) noche. Sé que la anécdota cinco invalida profundamente la cuatro.
  6. Contra todos los pronósticos, el hecho de haber conseguido un segundo trabajo lejos está de implicar el hecho de dejar el primero, mi beca de bibliotecario pedante. Como consecuencia de esa quizá un tanto poco sabia decisión, cuento con cero horas dormidas de treinta y seis vividas. Por supuesto, aún quedan exámenes. Y en mi departamento, mis compañeros aún no entienden cómo no enloquezco.

Etiquetas: ,

16 Comments:

At 7:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

mira que sos terco ehhhhhhhhhh!!!!
ES LA CAMISA TOTI XD jajajaja

y los gays tambieennn tiene que pedirme permiso a mi para estos embates!! soy tu prima mierdaaa!!!
BEsos MOrenasooooooooo!!!

 
At 8:26 p. m., Blogger melquíades said...

JAJAJAJA

Mierda con el nuevo trabajo, che. Que sea leve y no enloquezca :)

abrazo!

 
At 1:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

Angie, segunda parte. Me lo veo venir en versión urbana. A pesar de tanto desarreglo horario, se te presenta un verano muy curioso. Como te descuides, acabas con uno/a en cada puerto, como la susodicha. Y con una corbata setentera que es lo más de lo más. Ánimos, y sigue contando.

 
At 5:04 a. m., Anonymous Anónimo said...

Eso es juventud, muchacho :)

 
At 6:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

a tu manera, loco ya lo estás.

saludos

 
At 7:54 p. m., Blogger Ambar said...

Una risa incontenible!

Beso.

 
At 8:00 p. m., Blogger Chiquilín de Bachín said...

Eso es neurosis, Tz, ya te lo expliqué :-p

 
At 6:35 p. m., Blogger Ana no duerme said...

36hs sin dormir? Pues yo tampoco entiendo como no te volves loco. Dormime algo chiquilin!

 
At 3:46 p. m., Blogger Unknown said...

tu trabajo no me gusta porque ahora mi amigo no viene a verme a Finlandia. Empieza la cuenta atrás y ya en nada estamos todos juntos.

 
At 6:12 p. m., Anonymous Anónimo said...

Superman!

 
At 4:52 a. m., Blogger Ca said...

Qué genial bachi...
Yo voto por este trabajo. Será un maravilla de posts venideros

 
At 3:56 a. m., Blogger Ling said...

Y a mí que me queda tan bien el violeta...

 
At 11:22 p. m., Blogger Pilikina said...

Cuanto tiempo sin visitarte, la verdad que me hiciste sonrreir.
De verdad no sabes lo que te quiso decir el del tornado?
Es un poco fuerte pero si quieres te lo explico.
Pilikina

 
At 1:48 a. m., Blogger Chiquilín de Bachín said...

Sin censura alguna, Pilikina, adelante.

 
At 8:54 p. m., Blogger Pilikina said...

A ver, te lo explico de forma discreta.
Un tornado es algo que se mueve mucho. Si él te masturba con la boca y su lengua se mueve como un tornado.... imaginaté.
Vamos, que según él, te iba a poner mono.
jjjjj

 
At 3:06 a. m., Blogger Chiquilín de Bachín said...

Increíble lo que hacen las corbatas, pilkina, debe ser su evidente condición fálica.

 

Publicar un comentario

<< Home