So Lonely (again) VIII o Todo verano termina
Rana salió la princesita
falda, tacón y unas braguitas
de quita y pon.
Rubia de bote, sin corazón,
y en el escote, la ermita del deseo,
donde se arrodillan los ateos.
No era mujer para un poeta,
la liquidez era su meta.
Mi sex-appeal cayó en picado
cuando me vi desheredado.
Y, en mitad de un blues,
me plantó la princesita azul.
Se me dormía con la Novena,
no digería la magdalena
de Marcel Proust.
Si me pillaba cantando un blues
me regañaba.
Pero en un colchón
mejoraba mi mejor
canción.
Luego volví donde el olvido,
mi único amor correspondido,
terca pasión, dulce tormento,
yo tan mayor y no escarmiento.
Y, en mitad de un blues,
me plantó la princesita azul.
falda, tacón y unas braguitas
de quita y pon.
Rubia de bote, sin corazón,
y en el escote, la ermita del deseo,
donde se arrodillan los ateos.
No era mujer para un poeta,
la liquidez era su meta.
Mi sex-appeal cayó en picado
cuando me vi desheredado.
Y, en mitad de un blues,
me plantó la princesita azul.
Se me dormía con la Novena,
no digería la magdalena
de Marcel Proust.
Si me pillaba cantando un blues
me regañaba.
Pero en un colchón
mejoraba mi mejor
canción.
Luego volví donde el olvido,
mi único amor correspondido,
terca pasión, dulce tormento,
yo tan mayor y no escarmiento.
Y, en mitad de un blues,
me plantó la princesita azul.
Etiquetas: canciones
1 Comments:
Algunas veces, mejor no preguntar,
por una vez que algo sale bien,
si todo empieza y todo tiene un final,
hay que pensar que la tristeza también.
Porque en tu tristeza cada uno ve la suya. Porque estamos a destiempo desde que nacemos, pero aún así compartimos las penas. Porque esto es un granito más en la arena del tiempo... Por todo eso, un abrazo grande y fuerza, muchachito.
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