El paraíso en la otra esquina

Comenzamos con la sección de crítica literaria. Ahora que estoy en primero de Letras, tengo por lo menos un poquitín de derecho, o por lo menos de ganas, de hacerlo.

«El paraíso en la otra esquina» es uno de los últimos libros de don Mario Vargas Llosa. Pese a los comentarios que he recibido de mi amigo José sobre la ideología del peruano, hay que reconocerle que escribe del carajo. La novela cuenta la historia de Paul Gauguin, pintor postimpresionista francés, y su abuela Flora Tristán, escritora activista francesa descendiente de la aristocracia peruana.

Las dos narraciones están contadas en forma paralela, como si fueran dos novelas distintas. Pero ambas historias en realidad están profundamente relacionadas. Las simetrías están maravillosamente construidas: ambos personajes dejan sus vidas burguesas y convencionales por el camino de la utopía, tan propia del s. XIX. Paul se cansa de ser un accionista de la bolsa de París y se escapa de Occidente a la Polinesia francesa, donde se convierte en uno de los pintores más importantes de su época. Flora se cansa de ser la mujer de un parisino machista y se escapa de su casa para convertrse en una escritora, luchadora incansable por los derechos de la mujer.

La historia está contada, de forma excelente, mediante la técnica del flashback. De manera que Vargas Llosa narra el pasado de los protagonistas a partir de los últimos años de sus vidas. Mientras Paul va conociendo el mundo de Tahití y las Islas Marquesas, Flora va haciendo su gira de conferencias sociales alrededor de las ciudades de Francia. Para terminar, una perlita: Son fantásticos los capítulos que narran los encuentros de Paul y Flora con personajes históricos como Vincent Van Gogh y Karl Marx, respectivamente.

Partiendo de una novela histórica, Vargas Llosa consigue crear una magia pura sobre las vidas de los dos artistas.

Muy recomendable.