Tan concurrida
Tengo una soledad tan concurrida
tan llena de nostalgias y de rostros de vos
de adioses hace tiempo y besos bienvenidos
de primeras de cambio y de último vagón.
Tengo una soledad tan concurrida
que puedo organizarla como una procesión
por colores, tamaños, y promesas
por época, por tacto, y por sabor.
Sin temblor de más, me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten, con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras, de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.
Mis huéspedes concurren, concurren como sueños
con sus rencores nuevos, su falta de candor
yo les pongo una escoba, tras la puerta
porque quiero estar solo, con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos mira a otra parte
con sus ojos de amor que ya no aman
como víveres que buscan su hambre
miran y miran y apagan mi jornada.
Las paredes se van, queda la noche
las nostalgias se van, no queda nada.
Ya mi rostro de vos, cierra los ojos
y es una soledad tan desolada.
Mario Benedetti
Etiquetas: poesía
3 Comments:
¿me permite concurrir un poco?
Concurra, concurra nomás.
Escuché la versión musicalizada, por Baglietto y Vitale. Desconocía que en su génesis fuera un poema de Benedetti.
Hay que leer las cartillas del CD, hay que leerlas, me repito.
Un abrazo.
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