lunes, septiembre 22, 2008
miércoles, junio 11, 2008
Combatir
Etiquetas: poesía
martes, abril 01, 2008
Cayendo
Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y
todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que
te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos.
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Vicente Huidobro, 'Canto I', Altazor.
Etiquetas: poesía
miércoles, febrero 27, 2008
Noches de invierno (II)
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
Nicanor Parra, «El hombre imaginario»
Etiquetas: poesía
domingo, enero 06, 2008
borgiana o catarsis autobiográfica (V)
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos,
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana
sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
Etiquetas: poesía
jueves, octubre 04, 2007
Más sabiduría o pessoana (IV)
Assim, não sabendo crer em Deus, e não podendo crer numa soma de animais, fiquei, como outros da orla das gentes, naquela distância de tudo a que comummente se chama a Decadência. A Decadência é a perda total da inconsciência; porque a inconsciência é o fundamento da vida. O coração, se pudesse pensar, pararia.
Bernardo Soares, Livro do desassossego.
martes, agosto 28, 2007
Noches de verano (II) o Perdonen el lirismo
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,
vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño de esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños.
Octavio Paz, extracto de «Piedra de Sol»
Etiquetas: poesía
miércoles, agosto 22, 2007
Dos potencias
I]
Epístola de amor a Barcelona,
Woody Allen em sembla un tal Gaudí,
Rusiñol de las ramblas cuando sona
la bolsa Maradona de Dalí.
Ventrílocuo del Bergman de Persona,
del Groucho que vacila en sefardí,
del Fellini Amarcord que desentona
con las tetonas sin ajonjolí.
Días de radio, trenzas de rabino,
labios al pormenor, rubias platino,
balas sobre Broadway Danny Rose.
Blanco y negro de sepia y azulete,
bendito swing, bendito clarinete,
más dulce que el chupete de Kate Moss.
II]
En pleno corazón ex tripartito
del estatuto, maldito parné,
Woody Allen, el rico pobrecito,
parece el pijoaparte de Marsé.
Para la inmensa minoría mito
de cine club, selecto cabaré
donde Lolita alterna con don Vito
Corleone y Belmondo con BB.
Scarlett Johansson, tan prima dona,
tan fría, tan Bardem, tan calentona,
tan Aguirresarobe, tan cañí,
tan Penélope, Marnie la ladrona,
tan Times Square esquina Urquinaona,
¡Annie Hall! Ni Mia Farrow ni Soon Yi.
Joaquín Sabina, «Dos Woodyállenes de catorce», 28/07/07
Y una tercera potencia, también.
domingo, agosto 19, 2007
martes, agosto 14, 2007
Kontxa Hondartza
cuando su lanza blande el tórrido verano,
copiaban el fantasma de un grave sueño mío
mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.
La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,
era un cristal de llamas, que al infinito viejo
iba arrojando el grave soñar en la llanura...
Y yo sentí la espuela sonora de mi paso
repercutir lejana en el sangriento ocaso,
y más allá, la alegre canción de un alba pura.
Antonio Machado, Horizonte
miércoles, junio 27, 2007
Cercanas noches del mes de junio

Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.
Eran las noches incurables
y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.
Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.
Jaime Gil de Biedma, «Noches del mes de junio»
Etiquetas: poesía
lunes, junio 18, 2007
Junio
Ciudad
ya tan lejana!
Lejana junto al mar: tardes de puerto
y desamparo errante de los muelles.
Se obstinarán crecientes las mareas
por las horas de allá.
Y serán un rumor,
un pálpito que puja endormeciéndose,
cuando asoman las luces de la noche
sobre el mar.
Más, cada vez más honda
conmigo vas, ciudad,
como un amor hundido,
irreparable.
A veces ola y otra vez silencio.
Jaime Gil de Biedma, «Las afueras (III)»
domingo, junio 10, 2007
Tiempos de (post)adolescencia

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.
Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.
Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.
Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.
Luis Cernuda, Donde habite el olvido
Etiquetas: poesía
miércoles, mayo 30, 2007
Máxima del año
Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
—así en la costa un barco— sin que el partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
Antonio Machado
Etiquetas: poesía
martes, mayo 08, 2007
Que los cumplas muy feliz, Tz
Muchacha de los cien mil rizos de sal,
heroína en una obra literaria,
dama nocturna, musa imaginaria,
ojos de guitarra, niña musical,
tímida voz de canción estridente,
hoja de la tierra, luz en la nada,
amiga, compañera, camarada,
de mis risas y miedos confidente:
en un bar, café o teatro cualquiera,
dylaniana, drexleriana o sabinera,
vas soñando, catalana o hebrea,
a tu vida nadando en la marea,
a tu cuerpo tan joven viajando en vos,
a tu alma vieja cantando veintidós.
Etiquetas: cosecha propia, poesía
domingo, abril 15, 2007
La Tapadera
Sepan perdonar. Crisis adolescente. Pronto continuaremos transmitiendo.
En cualquier lugar donde vaya, sobre el mar o sobre la tierra,
bajo un clima llameante o bajo un sol mortecino,
servidor de Jesús, cortesano de Venus,
mendigo tenebroso o Creso rutilante,
ciudadano, camarada, vagabundo, sedentario,
que su ínfimo cerebro sea activo o sea lento,
en todas partes el hombre sufre el terror del misterio,
y no mira hacia lo alto sino con ojos temblorosos.
En lo alto, ¡el Cielo! esta bóveda que agobia,
cielo raso iluminado para una ópera bufa
en la que cada histrión holla un suelo ensangrentado;
terror del libertino, esperanza del loco ermitaño;
¡el Cielo! Tapadera negra de la gran marmita
donde bulle la imperceptible y vasta Humanidad.
Charles Baudelaire, «La Tapadera», Las flores del mal, 1861.
Etiquetas: poesía
sábado, abril 07, 2007
pessoana (III) a.k.a So Lonely (V) a.k.a vuelta a los posts de desamor
*Qué* viaje más olvidable.
Falhei em tudo.
Como não fiz propósito nenhum, talvez tudo fosse nada.
A aprendizagem que me deram,
Desci dela pela janela das traseiras da casa.
Fui até ao campo com grandes propósitos.
Mas lá encontrei só ervas e árvores,
E quando havia gente era igual à outra.
Saio da janela, sento-me numa cadeira. Em que hei de pensar?
Álvaro de Campos, «Tabacaria»
No sé por qué
imaginé
que estábamos unidos
y me sentí mejor
pero aquí estoy
tan solo en la vida
que mejor me voy
Pappo, «Desconfío»
domingo, abril 01, 2007
pessoana (II)
Entre mim e a vida há um vidro ténue. Por mais nitidamente que eu veja e compreenda a vida, eu não posso lhe tocar.
Bernardo Soares, «Intervalo doloroso», Livro do desassossego
viernes, marzo 23, 2007
Pregunta del año
Los simples poco esperan, lo mismo,
y lo reciben y cuidan intuyendo
vagamente que Dios impele los sonidos
y a la vez alerta.
Los sofisticados
analizan, examinan, consultan
espejos en lugar de entregarse
a lo que provoca una sensación,
o al dolor que provoca un goce,
y elaboran abstracciones, jamás
reconocerían por el contacto físico con algo
el conocimiento del género de ese algo.
Mientras los simples,
actores natos, espontáneos,
se identifican con lo que se les pide,
los sofisticados no vacilan
en concluir que carne y hueso
sólo cuentan en la mente,
ilusorios contornos.
Sin discutirlo, unos
pretenden que todo corresponde
a un tiempo, pertenece a un sitio,
y otros fluctúan, escépticos,
del pensamiento al vacío:
Y así,
Cuando el simple Bloom aferra un cuchillo
meramente está aferrando un cuchillo,
en tanto que al sofisticado Dedalus
su tacto no le sirve, no mantiene
presente sino la idea de cuchillo
y se excita más por lo que le transmite
(incesantes sacrilegios, césares inmolados),
que por puntas y filos de acero
en manos de Bloom.
Los simples se saborean,
los sofisticados envilecen
adoptando la cosa como idea
y la idea como cosa.
Alberto Girri, «Los simples y los sofisticados»
P.D:Daría tanto por dejar de ser sofisticado y ser simple, aunque sea un segundo. Tanto. ¿Alguien sabe cómo se hace? Y no vale el uso de narcóticos.
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miércoles, marzo 21, 2007
Yo no sé del sol
Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.
Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.
Alejandra Pizarnik, «La jaula», Aventuras perdidas, 1958.
Etiquetas: poesía