Teddy
Poets are always taking the weather so personally.
They're always sticking their emotions
They're always sticking their emotions
in things that have no emotions.
Porque a pesar del hiperbólico, y, si se me permite el sacrilegio, hasta inverosímil carácter de Theodore, le creemos a Salinger. Porque no importa los diez años del nene, superdotado y precoz, nos gusta oír su voz pronunciando máximas panteístas, brahmanistas, irracionalistas e idealistas. Porque, como en toda la obra de J.D., lo que reluce es el lenguaje de los personajes: la oralidad de los diálogos, que marca el contraste entre la elocuencia y hasta pedancia del nene comparando con la pobreza de los adultos; la vivacidad poética de las descripciones y las narraciones minuciosas. Teddy no prefigura a Holden Caulfield, es más maduro y adulto, pero ilustra la pasión crónica que siente su autor por los personajes infantiles que abundarán en sus ficciones.
Etiquetas: salingereanas
1 Comments:
Me ha parecido un gran relato. Salinger es un gran narrador y, poco a poco nos va descubriendo esta historia, cronometada, en su última parte, por los cigarrillos de Nicholson.
Saludos
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