Cayendo
Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y
todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que
te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos.
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Vicente Huidobro, 'Canto I', Altazor.
Etiquetas: poesía
3 Comments:
bellííísimo.
Coincido con Huitzilin.Mucho.
Cada vez que lo leo se me pone la piel de gallina. Me encanta la velocidad que agarra, da vèrtigo... es maravilloso!
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