Eco²

La segunda edición de Eco es fabulosa. Por sólo 15.99 € pude conseguir el CD con las canciones del primer Eco con sus respectivos bonus tracks y un DVD increíble que tiene la presentación en vivo del disco -en el Teatro Solís de Montevideo el año pasado-, un pequeño y grandioso documental sobre cómo se grabó el disco y los video-clips de los cortes comerciales.
Poco hay para agregar con respecto a lo que se pueda decir de los temas del disco original. De los siete discos de Drexler este es, para mi, el mejor. Me parece que alcanzó un estado de sobriedad y madurez muy alto que lo llevó a convertirse en el cantautor latinoamericano más importante de la actualidad.
Los bonus tracks evidentemente cuentan con la hermosa y ahora tan popular baguala «Al otro lado del río», que imagino habrá incluido por razones comerciales. Pero además se pueden escuchar dos poemas de Neruda musicalizados por él: «Oda al tomate» y «El monte y el río», editados anteriormente en otras colaboraciones. A mi personalmente Neruda no me termina de gustar, pero la combinación chileno-uruguaya resultó ser interesante.
El concierto en el Solís es de una excelente calidad. Aunque prefiero el recital de esa misma gira que presencié en Buenos Aires en el Rex, todos los temas tienen una carga de emotividad muy fuerte por el hecho de estar jugando de local. Don de fluir, tocada por nada más que su guitarra y él, tiene una nostalgia de Bossa y Candombe deliciosa. La manera en que toca la mano brasilera con la guitarra es envidiable, y su voz, aunque suena mejor en estudio, no desentonó.
Para terminar, el 'Making of' salió bárbaro. Drexler y sus músicos hablan sobre el disco y dicen cosas muy interesantes. Transcribo textualmente lo que dice el percusionista brasileño, es una joyita: «[...]acho que a melhor maneira é considerar a tradição como uma parte do nosso saber que precisa ser passada para frente. É difícil pensar: "eu vou fazer o samba ou candombe porque precisa ser preservado". Acho que aí começa o erro, eu vou tocar candombe porque eu gosto». Y finalmente, los dejo con un comentario de Drexler sobre su «Milonga del moro judío»: «En un boliche de Madrid, de noche en un show, me encontré con Joaquín Sabina[...] y me preguntó así de entrada: "¿cómo estás llevando lo de Medio Oriente?". Le digo: "horrible, quiero decir algo pero no sé qué". Y me dijo: "tengo un estribillo para ti, no es mío: 'yo soy un moro judío que vive con los cristianos[...]'". Entonces yo quedé como "...". Yo viví en Jerusalén, amo Jerusalén, viví como judío en Jerusalén, pero no vale una vida conservar ni siquiera una piedra de la ciudad [...]. Yo puedo tener claro quién soy y de dónde vengo, pero eso no quita que me identifique con las víctimas de los dos lados. La identificación con otro individuo que sufre me parece más válida cuanto más aparentemente antagónica es la posición de esa otra persona».