Sobre mi Repelencia (I)
Me encanta ser el bibliotecario, con cara de mala leche, pedante y repelente que, cuando entra ese manojo de fashionable chicas poppies marujeando a lo loco y en voz alta, impone la dictadura del silencio con un sentencioso y represivo: «Shhht!» Y todas callan al unísono con una cara de miedo apabullante. Cada día tengo más claro que nunca seré un bibliotecario sexy entre las chicas de esta facultad de futuros médicos.
Etiquetas: laborales
5 Comments:
Jajajajajaja!!! Bien vendría que probaran ese corazón de azúcar detrás de la cara de pocos amigos, cómo se le desarmaría el personaje!
Igual, me encantaría experimentar esa sensación por una vez, al menos.
Jajajajajaja xD Me lo imagino, me lo imagino.
Coincido con Minerva, de cualquier forma. =P
Abrazo!
Jajaja!
Ud se puede hacer el repelente y el represor frente a las poppies, pero no me puede negar que esas gafas que lleva le dan un touch de bibliotecario sexy!
(Además, acá todos sabemos que es un pan de dios en el fondo!)
Perro que ladra... jejejeje.
Ud. debe tener sus seguidoras, sí sí sí...
Besos!!!
No, Chiquilín, ud. calle a la gente y es el bibliotecario sexy...
No hay cosa más desagradable que un muchacho joven en una situación de relativo poder sumamente accesible.
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