chiquilín de bachín

—El mundo es la suma del pasado y de lo que se desprendió de nosotros— Novalis

viernes, marzo 23, 2007

Pregunta del año

Los simples poco esperan, lo mismo,
y lo reciben y cuidan intuyendo
vagamente que Dios impele los sonidos
y a la vez alerta.

Los sofisticados
analizan, examinan, consultan
espejos en lugar de entregarse
a lo que provoca una sensación,
o al dolor que provoca un goce,
y elaboran abstracciones, jamás
reconocerían por el contacto físico con algo
el conocimiento del género de ese algo.

Mientras los simples,
actores natos, espontáneos,
se identifican con lo que se les pide,
los sofisticados no vacilan
en concluir que carne y hueso
sólo cuentan en la mente,
ilusorios contornos.

Sin discutirlo, unos
pretenden que todo corresponde
a un tiempo, pertenece a un sitio,
y otros fluctúan, escépticos,
del pensamiento al vacío:

Y así,
Cuando el simple Bloom aferra un cuchillo
meramente está aferrando un cuchillo,
en tanto que al sofisticado Dedalus
su tacto no le sirve, no mantiene
presente sino la idea de cuchillo
y se excita más por lo que le transmite
(incesantes sacrilegios, césares inmolados),
que por puntas y filos de acero
en manos de Bloom.

Los simples se saborean,
los sofisticados envilecen
adoptando la cosa como idea
y la idea como cosa.

Alberto Girri, «Los simples y los sofisticados»

P.D:Daría tanto por dejar de ser sofisticado y ser simple, aunque sea un segundo. Tanto. ¿Alguien sabe cómo se hace? Y no vale el uso de narcóticos.

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7 Comments:

At 10:29 a. m., Blogger Javier Moreno said...

La pedantería se reduce con la edad, hasta que se estabiliza en un nivel tolerable en el cual uno deja de preguntarse si es sofisticado o no y pasa a preocuparse por cosas más importantes, como, por ejemplo, darle de comer al gato.

Yo recomiendo, para acelerar el proceso, ver televisión, ir a cine, y hablar con gente en las largas colas que genera la burocracia. Dormir también sirve.

 
At 11:34 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ir al cine, no, que ya lo hago muy a menudo. De lo otro tengo que probar :)

 
At 2:53 p. m., Blogger kariaco said...

Lo siento mi amigo, podremos ser menos pedantes y creernos más simples, pero los esclavos del pensamiento nunca vamos a disfrutar por simplemente disfrutar sin analizar el porqué del disfrute... Podemos un día decir, hoy voy a divertirme y punto... Después estaremos justificándonos que habíamos tomado esa decisión... Yo creo que con el tiempo uno se suaviza y se acepta pero no cambia.

 
At 4:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

yo digo:
LO-Bo-TO-MIA...
procedimiento sencillo si los hay.. Vos dejalo en mis manos y en manos del Dr. Barletta.. somos personas muy reconocidas en la UBA..
Es más, me parece que este invierno viene como SLim 2x1 adivina quien te acompaña?...
:p
Besoss..
te quiero..

 
At 2:49 a. m., Blogger melquíades said...

JAJAJAJAAJAJ

Esa sin dudas fue Pao. Primero aprobemos anato y después vemos, Lola =P. Y el que va a ir a Slim no soy yo, que bajé dos kilos y volví a quedar por debajo de mi peso mínimo.

Sobre lo de ser sofisticado, no sé... Creo que es cuestión de jugar un poco con eso, cosa de ser "interesante" sin llegar a ser "retorcido", pero son límites difíciles de establecer... "Estás racionalizando de nuevo, José", diría mi analista.

Relájese, don. Creo que es la mejor técnica. :)

un abrazo grande!

 
At 3:51 a. m., Blogger Sol! said...

Pero en el fondo sé que todo es falso, que estoy ya lejos de lo que acaba de ocurrirme y que como tantas otras veces se resuelve en este inútil deseo de comprender, desatendiendo quizá el llamado o el signo oscuro de la cosa misma, el desasosiego en que me deja, la instantánea mostración de otro orden en el que irrumpen recuerdos, potencias y señales para formar una fulgurante unidad que se deshace en el mismo instante en que me arrasa y me arranca de mí mismo. Ahora todo eso no me ha dejado más que la curiosidad, el viejo tópico humano: descifrar. Y lo otro, la crispación en la boca del estómago, la oscura certidumbre de que por allí, no por esta simplificación dialéctica, empieza y sigue un camino.
Claro que no basta, finalmente hay que pensar y entonces el análisis, la distinción entre lo que forma verdaderamente parte de ese instante fuera del tiempo y lo que las asociaciones le incorporan para atraerlo, para hacerlo más tuyo, ponerlo más de este la(...)

“Sí”, pensó Juan suspirando, y suspirar era la precisa admisión de que todo eso venía de otro lado, se ejercía en el diafragma, en los pulmones que necesitaban espirar largamente el aire. Sí, pero también había que pensarlo porque al fin y al cabo él era eso y su pensamiento, no podía quedarse en el suspiro, en una contracción del plexo, en el vago temor de lo entrevisto. Pensar era inútil, corno desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos; pensar era quizá destruir la tela todavía suspendida en algo como el reverso de la sensación, su latencia acaso repetible. Cerrar los ojos, abandonarse, flotar en una disponibilidad total, en una espera propicia. Inútil, siempre había sido inútil; de esas regiones cimerias se volvía más pobre, más lejos de sí mismo.

62 / Modelo para armar. Julio Cortázar

 
At 8:02 p. m., Anonymous Anónimo said...

shu jose que ya le habia vendido la operacion... dale vos regulariza anato y a fin de año la hacemos!!
Pao

 

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