Asfixia
Ella busca en los jazmines, él la busca en la ciudad
Ella sueña encontrar, él intenta soñar pero ella no está.
Ela vai onde imagina que ele pensa que ela esta.
Ele sonha de noite, ela escuta os ecos do dia.
Ella llora en los jardines, él está cansado de llorar.
Ela não tem o que quer, ele tem o que ela precisa.
¿Dónde está? Onde esta?
Charly García, 'Zocacola' de Cómo conseguir chicas, 1989.
La noche húmeda en un dormitorio oscuro. Las baladas y los nocturnos de Chopin sonando en ese piano y él tirado en su cama. El verano aplastante ahoga al aire que no lo deja dormir, la vigilia lo tortura. Un cuadro lírico se dibuja en esa habitación y él, ahí, mirando el techo, perdido y desorientado. Le cuesta respirar. Su garganta se desgarra. Su sangre marca el compás melancólico de la música que nada por sus venas. El Silencio, interrumpido por esas notas menores de piano que escribió Chopin. La nada que se hace notar y le muestra un abismo insoportable. Su mente se va asfixiando noctámbula esa medianoche de verano. No es la soledad, no es el vacío. Es, íntimamente lo sabe, ese deseo truncado de poder compartir con alguien, con ella, su individualidad. El piano tiene la capacidad de hacer vibrar su cuerpo entero, de hacer sonar cada nota de ese dolor que no se aguanta más. La incertidumbre reina en sus entrañas, como una tirana imbatible, como un símbolo de la angustia que se derrite por sus mejillas traducidas en lágrimas. La Literatura, el Cine, el Psicoanálisis, su Música. Esos diferentes nombres que le atribuye a la catarsis, ese tubo respiratorio por el que inhala las pocas partículas que no son tóxicas en su microcosmos.
Un cúmulo de fracasos arrastrados, una memoria infestada de frustraciones, el escepticismo a flor de piel. El miedo, invencible, los separa a los dos. El miedo hace que se escondan detrás de mensajes electrónicos que no se leen, en ondas electromagnéticas de un contestador que no se escuchan, y en ese maldito teléfono celular que no suena. Dos almas que se hieren sin saber cómo dejar de hacerlo. Dos almas, tan adolescentes, tan escépticas, con llagas que no cicatrizan. No se encuentran, no tienen ni idea de qué hay que hacer. El aire escasea y la atmósfera ya no puede estar más turbia. Su sudor no se evapora. Transpira, transpira y no respira. Él intenta rehabilitarse de esa pesadilla de esa noche de verano. No sabe. La vigilia cae derrotada y al final él se duerme. Y la pesadilla se termina, aunque sea hasta el Alba siguiente.
Etiquetas: cosecha propia
3 Comments:
NENE!!!!
1ro Esto no es para limitadas
2do Prometiste que no me derpimia!!! no entendes mi estado???
Estoy como alfonsina, y voy por Alem llegando a la peatonal...
Bueno te quiero un montón.
Besos y aguante el Chimbote y Chinchulin.
Gracias, Prima, yo también te quiero. El Chimbote es un asco, cuando puedas mandame Gándara. Chinchulín acá no hay.
Lamento lo de la depresión. Pero no hay nada que un buen lexotanil no pueda arreglar.
Como le he dicho Fabrizio con Zeta =P... me he dignado a apagar mi musica, dejar de canturrear por un rato y leer su blog. En este caso lei ASFIXIA... caray ke buen texto, me veo identificada en varios parrafos de el, una de las frases ke me ha kedado es: ..."La nada que se hace notar y le muestra un abismo insoportable."
La nada que se hace notar y le muestra un abismo insoportable... cuanto dice esa frase!!! Y lo de transpirar, transpirar y no respirar... U_U
Jamas he expresado lo ke sentia con palabras tan justas y certeras... bueno es leerlo y decir: pero si esto me pasa!! ...
Besos.
Cielo ♥
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