chiquilín de bachín

—El mundo es la suma del pasado y de lo que se desprendió de nosotros— Novalis

martes, mayo 17, 2005

Sobre las claves comerciales de un best-seller actual II

Contexto histórico de la obra: [...] A principios de siglo XXI, Europa está afrontando una etapa histórica en la que, inéditamente, el laicismo y el ateísmo son posturas masivas y políticamente correctas, y las instituciones cristianas y la religión en sí misma está enfrentando un momento de decadencia social muy significativo. Es notorio ver la fuerza que ha perdido la iglesia estas últimas décadas. Esto puede ilustrarse a través de la comparación de El código Da Vinci con otra obra artística, -en este caso cinematográfica-: la película de Martin Scorcese, «La última tentación de Cristo». De argumento diferente, el film del estadounidense expresa un pensamiento muy similar al del libro: la idea de que Jesucristo no murió crucificado y de que tuvo hijos con María Magdalena. La diferencia radica en la recepción que tuvo esta obra en Occidente. En América Latina, lugar habitado por la mitad de los cristianos practicantes en el mundo, la Iglesia logró que la película fuera censurada y que pasara desapercibida por el público. Sólo una década y media después, el libro de Dan Brown tiene un éxito comercial enorme sin haber escrito ninguna idea original [...]. La Iglesia ha intentado prohibirlo de todas formas. En una librería de La Rambla, el libro se vende como el «Prohibit pel Vaticà i l’Arquebisbat de Barcelona». Pero la prohibición no tiene repercusión social: la obra está en la librería y se vende. Es más, esta prohibición estéril ayuda a que el libro se venda, porque las entidades eclesiásticas son políticamente incorrectas en la sociedad actual, -de hecho en la misma novela el Opus Dei representan el mal de la trama-; y así, los lectores querrán saber qué es eso que la iglesia prohíbe.

[...]

Pueden encontrarse en la Filosofía Occidental a partir del Renacimiento, autores que mostraron posturas que evolucionaron desde el deísmo de Hume hasta el ateísmo de Marx y Nietzsche, pasando por el agnosticismo de muchos otros autores. Muchos de ellos fueron perseguidos por la Iglesia, algunos censurados y otros hasta quemados en la hoguera, como Giordano Bruno o Galileo Galilei. En cambio, El Código Da Vinci se publica en una época en la que el pensamiento que desea ser expresado en la novela y el pensamiento colectivo de los lectores europeos coinciden.

[...]

En una entrevista que le hicieron hace poco tiempo, el novelista peruano Mario Vargas Llosa hace referencia a un término que define como novela light. Son las novelas que –dice- están de moda actualmente y que no exigen un «esfuerzo de lectura sostenida» por parte del público. El escritor aclara, además, que «es preferible que la gente lea, aunque sea literatura de muy escasa calidad», pero por otro lado subraya que este tipo de novelas «en lugar de crear lectores para la buena literatura, los vacuna» contra ella. Para finalizar, el autor de La ciudad y los perros define la idea de «lectores pasivos»: los «que son los espectadores de telenovelas», que son sedados por la intriga de estas novelas light de forma que permanecen dormidos, -pasivos-, frente a la lectura. Esta pasividad hace que el lector no se implique en el libro, que no ejercite ni su inteligencia, ni su razón, ni sus dudas. [...]

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2 Comments:

At 4:14 p. m., Anonymous Anónimo said...

me dijeron que el Opus Dei tiene una editorial. el departamento de marketing
de esa editorial le sugiere al vaticano prohibir algunos de sus titulos para mejorar las ventas.

business are business!

 
At 10:19 p. m., Blogger Chiquilín de Bachín said...

Es posible, Piru, todo es posible en este gran reino de Dios.

 

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