* La causa trágica a.k.a la Provocación a lo sobrenatural
N. y Chiquilín, como buenos apasionados del cholulaje literario que son, deciden recorrer el Montparnasse en busca de las lápidas de Sartre, Baudelaire, Vallejo y Cortázar. Al salir del cementerio con las manos vacías, N. pronuncia.
—Me cago en todos los muertos de este cementerio.
* Consecuencia primera: martes.
Los café literarios (?¿) de Sant-Germain-des-Prés (léase Les deux magots y La flore) eran inalcanzables para sus bolsillos, así que ambos enfilaron para el Quartier Latin en busca de algún café más *gasolero*. Creyeron encontrar uno.
—Ocho euros, tío, por un café con leche y un chocolate caliente nos han clavao ocho euros.
* Consecuencia segunda: miércoles.
Bajo la pirámide del Louvre, después de sacar sendas entradas —de otros ocho euracos— para el pequeño museo, Chiquilín descubre algo siniestro.
—Qué bueno, che, perdí mi entrada.
* Consecuencia tercera: jueves I
Mañana violentamente fría para dos niños acostumbrados al benigno clima ibérico. Decisión consumada de visitar Versailles. Después de caminar cuadras hasta llegar al Palacio, un altavoz se alza impune entre la gente.
Le palais sera aujourd'hui exceptionnellement fermé.
* Consecuencia cuarta: jueves II
De vuelta en París, la tarde quedaba libre para visitar el Musée d'Orsay. Entre la nieve, satánica o divinamente, se divisó un cartelito que anunciaba:
Le musée sera aujourd'hui exceptionnellement fermé
* Consecuencia quinta: jueves III a.k.a desenlace moralista
Decididos a no arruinarse *excepcionalmente* más el día, la pensión era el lugar más seguro y el regreso vía métro, la opción más rápida. En la estación unos policías detuviéronlos a ambos. Pedíanles los tickets correspondientes, Scuse moi, I don't speak French, y un diálogo bilingüe y esperpéntico. Resulta que en París, cuando uno saca un bono semanal para el subte, debe llevar una libretita identificatoria con foto, nombre, firma, datos. Si uno no la lleva en orden, liberté, egalité y te cobré una buena multa de 60 €.
—Tío, nunca más me cagaré en nadie. Lo prometo.
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